El segundo fin de semana de octubre todavía hace buena temperatura, así que mamá se animó a ir a la montaña con Javier y Nico.
Nuestra aventura era llegar hasta la laguna grande de Gredos.
Nos cruzamos con el convoy de mulas que abastece el refugio. Dimos de comer a un macho de cabra, nos bañamos en las frías aguas de la laguna...
Una pateada que mereció la pena por ver el circo de Gredos.
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